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El fenómeno de las cocinas ocultas o cocinas fantasmas es reciente, normalmente estamos habituados a conocer los restaurantes porque están ubicados sobre vías principales o muy concurridas con el fin de estar a la vista de los transeúntes, y atraer clientes.
Pero con el avance de la tecnología digital y la economía colaborativa, han surgido empresas de servicios de domicilios como Rappi, Uber Eats, Domicilios.com entre otras empresas, ha sido tal el éxito de estas empresas que un porcentaje importante de las ventas de cierto tipo de restaurantes, especialmente los de comida rápida ha sido recaudado por la venta en aplicaciones.
Esto tiene sus pro y sus contra, el lado negativo es que al aumentar la demanda de pedidos por aplicación, se vuelve incomodo para los clientes, el tener que esperar, mientras se atiende a los que realizan los servicios domiciliarios, y las filas tienden a ser más extensas e incomodas.
El lado positivo para estas empresas es el aumento de las ganancias.
Las cocinas ocultas nacen con el fin de poder atender exclusivamente los servicios a domicilio, se montan cocinas en sitios, en primer lugar mucho más económicos en cuanto al pago de renta ya que no deben estar ubicados sobre vías principales, incluso, pueden estar ubicadas en sectores de la ciudad sean más económicos, segundo, no se tiene que "brandear", ni decorar, por lo que los ahorros en el montaje son bastantes, y por último, se pueden ubicar en zonas de la ciudad en donde no se tiene cobertura con los otros restaurantes.
El coronavirus nos ha metido dentro de nuestras casas, las cuarentenas que se han extendido por prácticamente todo el globo terráqueo han hecho que la gran mayoría de restaurantes solo estén operando para ofrecer servicios a domicilio, para solventar un poco los costos de un restaurante, sin embargo los ingresos de domicilios no alcanzan para cubrir los costos y gastos de un restaurante, que tenga espacio para atender a varios comensales. Y el tema parece no terminar con la cuarentena, ya que las personas seguirán por un tiempo con el temor de salir y aún más estar cerca a personas desconocidas.
La tarea de los dueños de restaurantes es ver si es más rentable para ellos operar una cocina fantasma, exclusivamente para domicilios, teniendo en cuenta la base de clientes que han adquirido durante la cuarentena, o seguir con el modelo tradicional, teniendo en cuenta que durante un tiempo, los ingresos no serán los mismos a los que estaban acostumbrados antes de la pandemia.
Pero con el avance de la tecnología digital y la economía colaborativa, han surgido empresas de servicios de domicilios como Rappi, Uber Eats, Domicilios.com entre otras empresas, ha sido tal el éxito de estas empresas que un porcentaje importante de las ventas de cierto tipo de restaurantes, especialmente los de comida rápida ha sido recaudado por la venta en aplicaciones.
Esto tiene sus pro y sus contra, el lado negativo es que al aumentar la demanda de pedidos por aplicación, se vuelve incomodo para los clientes, el tener que esperar, mientras se atiende a los que realizan los servicios domiciliarios, y las filas tienden a ser más extensas e incomodas.
El lado positivo para estas empresas es el aumento de las ganancias.
¿Cómo nacen las cocinas fantasmas?
Las cocinas ocultas nacen con el fin de poder atender exclusivamente los servicios a domicilio, se montan cocinas en sitios, en primer lugar mucho más económicos en cuanto al pago de renta ya que no deben estar ubicados sobre vías principales, incluso, pueden estar ubicadas en sectores de la ciudad sean más económicos, segundo, no se tiene que "brandear", ni decorar, por lo que los ahorros en el montaje son bastantes, y por último, se pueden ubicar en zonas de la ciudad en donde no se tiene cobertura con los otros restaurantes.
¿Qué tiene que ver la pandemia?
El coronavirus nos ha metido dentro de nuestras casas, las cuarentenas que se han extendido por prácticamente todo el globo terráqueo han hecho que la gran mayoría de restaurantes solo estén operando para ofrecer servicios a domicilio, para solventar un poco los costos de un restaurante, sin embargo los ingresos de domicilios no alcanzan para cubrir los costos y gastos de un restaurante, que tenga espacio para atender a varios comensales. Y el tema parece no terminar con la cuarentena, ya que las personas seguirán por un tiempo con el temor de salir y aún más estar cerca a personas desconocidas.
La tarea de los dueños de restaurantes es ver si es más rentable para ellos operar una cocina fantasma, exclusivamente para domicilios, teniendo en cuenta la base de clientes que han adquirido durante la cuarentena, o seguir con el modelo tradicional, teniendo en cuenta que durante un tiempo, los ingresos no serán los mismos a los que estaban acostumbrados antes de la pandemia.
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